Consejos para tratar la conjuntivitis en los bebés

Si observamos que nuestro bebé tiene uno o los dos ojos enrojecidos, que se los frota con frecuencia, que le molesta la luz y que les llora más de lo habitual, es posible que tenga una inflamación de la conjuntiva.

La conjuntivitis surge cuando se inflama la envoltura que protege al ojo denominada conjuntiva. Por diferentes motivos, como son infecciones producidas por bacterias, virus, o por el contacto con sustancias irritantes (humo, polvo, polen, etc…) lo que produce una reacción alérgica, la conjuntiva se puede inflamar o irritar. En el caso de los lactantes, el conducto lacrimal es muy estrecho y frecuentemente está obstruido, esto produce menor circulación de la lágrima favoreciendo infecciones e irritaciones.

¿Qué sucede en el ojo?

Cuando existe conjuntivitis podemos observar pequeñas venitas en la parte blanca del ojo y, en algunas ocasiones, el párpado inferior está más rojo de lo habitual. El picor que produce la conjuntivitis puede hacer que el bebé se frote los ojos a menudo, que le moleste la luz y que llore, ya que la irritación estimula la producción de lágrimas. También pueden aparecer legañas de distinto color, principalmente cuando la conjuntivitis es causada por una infección bacteriana. En los recién nacidos debemos sospechar otros motivos, como las de origen químico o bien diferenciarlas por problemas de obstrucción en el lacrimal.

¿Qué tratamiento es el más adecuado?

Para tratar la conjuntivitis del recién nacido es conveniente limpiar los ojos suavemente con una gasa empapada en agua hervida o en suero fisiológico. Se debe utilizar una gasa diferente para cada ojo y realizar el movimiento desde la zona más cerca de la nariz hacia la parte más alejada para evitar contagios. Actualmente no se aconseja lavarlos con ninguna infusión, ya que el bebé puede ser alérgico al polen de la planta que hayamos hecho la infusión. Si pasados unos días, los síntomas no han remitido, es conveniente consultar a un profesional sanitario.

En el caso de que haya que aplicarle un colirio o una pomada ocular se recomienda hacerlo entre dos personas. Una de ellas deberá aguantar las manos y la cabeza del bebé mientras este tumbado, la otra debe limpiar los ojos antes de aplicar el colirio o la pomada ocular y posteriormente instilar el colirio.

Te doy un par de consejos…

La conjuntivitis bacteriana y la vírica tanto en bebés como en adultos se contagia con mucha facilidad, ten la precaución de utilizar una toalla exclusivamente para la persona afectada. Lo ideal es utilizar material desechable (gasa) para limpiar el ojo enfermo desecharlo cada vez, no utilizarlo para limpiar el otro ojo.

Algunos expertos aconsejan dar masajes en el hueco que hay entre el ojo y la nariz para ayudar a que el conducto lacrimal del bebé se abra y así no se produzcan tan fácilmente las conjuntivitis.

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