¿Cómo podemos tratar la picadura de una medusa?

Cada vez con mayor frecuencia se observa la presencia de medusas, especialmente en el Mediterráneo. Esta situación se debe a dos factores importantes: por un lado, la menor presencia de sus depredadores y, por otro, el aumento de la temperatura del agua del mar.
Las medusas son animales invertebrados de color muy transparente, lo que les facilita el camuflaje, que nadan en aguas abiertas y en primavera y verano son arrastradas por las corrientes a la costa. Existen muchas especies diferentes y de tamaños muy variados, algunas de ellas específicas del Mediterráneo. No deben tocarse, ni siquiera si están muertas, ya que incluso los restos de tentáculos en la arena pueden ser activos, es decir urticantes, si se les toca.
Cuando la medusa toca a su presa o nuestra piel se produce un estímulo en sus sensores que activan los mecanismos de la picadura que se produce rápidamente, inyectando la sustancia tóxica dentro de la piel. 
La toxina inyectada produce un picor intenso, escozor, eritema y edema en la zona afectada. La gravedad de la picadura está en relación con la extensión de la zona afectada, la edad del paciente, su estado de salud y antecedentes de alergias, así como el tipo de medusa.

Los alérgicos y asmáticos así como las personas con enfermedades cardiovasculares son más sensibles a las punciones de las medusas y tener reacciones más graves.

¿Qué hacer cuando te pica una medusa?

No debemos confiarnos y estar siempre pendiente de los avisos de las playas. Nunca debemos tocar fragmentos de medusas que pueden estar activos, ya que tardan 24 horas de exposición al sol para desactivarse. Pero, en caso de picadura sigue estos consejos:

  1. Mantener a la persona afaectada en reposo.
  2. Si los tentáculos son visibles, retirarlos de la piel con guantes y unas pinzas previamente esterilizadas, nunca con los dedos. Lavar la zona afectada con agua de mar. ¡Ojo!, nunca con agua dulce, como te explicaremos a continuación.
  3. Aplicar bolsas de gel o cubitos de hielo en una bolsa de plástico para que el agua dulce no toque la herida durante unos 15 minutos.
  4. Es muy importante no frotar la zona afectada ni tocarla con las manos.
  5. Si se dispone de él, aplicar After Bite (que contiene amoniaco) después de la picada. El dolor y la irritación se calman enseguida y cuando vuelve a molestar se debe volver a aplicar.
  6. Como solución natural, te recomendamos el aceite esencial de Espliego Macho aplicando dos gotas cada 5 minutos durante media hora. Este aceite es también eficaz para picaduras de avispa o escorpión, pero no debes usarlo si estás embarazada o en niños menores de 6 años.
  7. Se puede tomar algún analgésico para calmar el dolor en caso de que sea muy fuerte. Si los síntomas persisten, tienes mareos, temblores o nauseas o si la picadura es severa, se debe acudir a un centro médico.

Evita el agua dulce

Es muy importante evitar el contacto con agua dulce ya que podría activar alguna célula del tentáculo que todavía no haya picado y también favorecería  la  difusión de la toxina por el cambio osmótico que se produciría. En cambio, el agua salada puede ayudarte a que se desprendan restos de los tentáculos o el veneno. 

Y recuerda que, una persona que ha recibido una picadura queda sensibilizada y, si le ocurre en una segunda ocasión, la reacción puede ser mucho más severa.

Para prevenir las picadura, además de estar muy pendiente de los avisos en la playa, utiliza productos repelentes de medusas, como cremas solares específicas o trajes de neopreno. ¡No dudes en consultarnos tus dudas!

Equipo mtfarmàcia