Las enfermedades de transmisión sexual son el conjunto de infecciones que se contraen principalmente por contacto sexual. Pueden ser causadas por virus (hepatitis B, herpes, virus de la inmunodeficiencia humana o virus del papiloma humano), bacterias (infección por chlamydias, la gonorrea o la sífilis) hongos o parásitos como la pediculosis púbica.
Los signos y síntomas más frecuentes son variados, pero si se presenta dolor abdominal o púbico, sangrado, ampollas o llagas, ardor al orinar, comezón en el área genital, úlceras, flujo vaginal anormal, supuración en el pene, etc., especialmente tras una relación sexual, es aconsejable acudir al especialista. Otros signos más generales, fatiga inexplicable, sudores nocturnos o pérdida de peso, requieren también consulta médica. Debe tenerse en cuenta que, en alguna de ellas, el portador puede contagiar a otra persona aun sin presentar síntomas visibles.
Para prevenir
Se recomienda lavar los genitales con agua y jabón y orinar pronto después de la relación sexual para ayudar a eliminar posibles gérmenes antes de que éstos tengan la oportunidad de infectar y sobre todo, utilizar preservativos, ya sea masculino o femenino, para disminuir el riesgo en todos los tipos de práctica sexual, sea vaginal, anal u oral. Para garantizar su efectividad es fundamental utilizarlo correctamente. Es imprescindible una buena colocación, en el caso del preservativo masculino, con el pene ya erecto y aplicándolo con el reborde desplegable hacia fuera, rechazándolo si ha habido un error de colocación, y, en el del femenino, asegurándose de que el anillo interno se introduzca dentro de la vagina a la máxima profundidad posible y dejando fuera el externo. En todo caso, se recomienda leer atentamente las instrucciones contenidas en el cartonaje, tener en cuenta la fecha de caducidad, guardarlos en lugares frescos y secos. También es muy importante ser precavidos en el momento de extraerlos del pene o vagina y no reutilizarlos nunca.
Cuanto mayor sea el número de relaciones sexuales con distintas personas mayor es la probabilidad de contraer una enfermedad de transmisión sexual, por lo que deben extremar las precauciones. En caso de padecerla, se debe evitar mantener relaciones sexuales hasta terminar el tratamiento y la desaparición de los síntomas, y avisar a aquellas personas a las que podría haberse contagiado. Finalmente recordar que la mayoría de estas enfermedades no producen inmunidad.
Te recuerdo que….
Para garantizar la efectividad del preservativo a la hora de reducir riesgos de contagio, es fundamental un uso correcto.
Cuanto mayor sea el número de relaciones sexuales con distintas personas, mayor es el riesgo, hay que extremar las precauciones.
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