¿Cuál es el anticonceptivo indicado para mí?

El uso de anticonceptivo no sólo es fundamental para evitar un embarazo no deseado sino también, en el caso de los preservativos, para la protección de enfermedades de transmisión sexual (ETS), como el Sida (VIH) o el virus del papiloma humano (VPH).
La decisión sobre cuál es el que más nos conviene o interesa es muy importante y siempre debemos pedir consejo médico y/o farmacéutico, ero en este post te explicamos los principales para que conozcas sus pros y contras.

Ten en cuenta que la elección del anticonceptivo más adecuado puede estar condicionado por diferentes factores como nuestra salud, nivel económico, si hemos tenido o no hijos e incluso creencias o factores sociales:

Podemos seleccionar varios tipos de anticoncepción:

1. Métodos predictivos o de observación de la fertilidad

Son naturales ya que en ellos no intervienen medicamentos, ni hay aparatos o intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, si lo que buscas es no quedarte embarazada, no son 100% fiables y además no evitan las ETS.

Los más conocidos son el método ogino, que consiste en tener en cuenta el calendario de ovulación para saber cuáles son los días más fértiles siempre y cuando tengas un ciclo regular de entre 26 y 32 días, y el de control de temperatura basal, en el cual con unas tablas de medición de temperatura corporal (que se toma cada mañana antes de levantarte, desde el primer día de la regla) se saben los días con mayor posibilidad de embarazo, porque la temperatura aumenta entre 0,2 o 0,5 grados centígrados y los 2 o 3 del inicio de la ovulación.

La temperatura puede tomarse en la vagina o el recto (siempre en el mismo sitio y con el mismo termómetro) durante varios meses para evitar posible alteraciones menstruales y establecer un calendario definitivo.

Estos métodos se recomiendan más cuando estás buscando un bebé y son totalmente desaconsejables en relaciones esporádicas o si se quiere evitar tener un bebé, ya que su fiabilidad está en torno a un 75%.

Otro método natural es la abstinencia sexual, que recomiendan algunas creencias, religiones o culturas. Lógicamente, es 100% efectiva.

2. Métodos barrera

Los métodos barrera impiden la llegada del semen al óvulo y por tanto que éste sea fecundado. Además evitan la transmisión de enfermedades sexuales. Los más habituales son:

a) Preservativo  masculino (condón):

Es una funda delgada de látex o sin látex que impide la salida del esperma durante el acto sexual. Puede ser de diferentes texturas, Condón femenino y masculinotalla o modelos. Tiene un 85% de efectividad en la prevención del embarazo, que puede llegar a un 95% si se utiliza perfectamente.

Existe muy poco riesgo de contagio de ETS con el uso correcto del condón tanto en relaciones sexuales vaginales como orales o anales.

b) Preservativo femenino (condón interno):

El preservativo femenino (en la imagen, a la derecha) es una delgada funda que se ajusta a las paredes de la vagina y crea una barrera para evitar que el esperma llegue al óvulo. Previene de embarazos no deseados y protege contra las ETS (puede colocarse también en el ano). Se adhiere cómodamente en la vagina y la vulva y apenas se nota. Ha supuesto un paso importante en la salud sexual reproductiva para que las mujeres puedan protegerse si su pareja no quiere utilizar condón. Al igual que el masculino, tiene entre un 85-95% de efectividad dependiendo de si se utiliza correctamente.

También, como en el caso del condón, es imprescindible utilizar uno nuevo en cada relación sexual y se compra en farmacias sin necesidad de receta médica.       

3. Métodos hormonales

Son hormonas sintéticas similares a las que produce normalmente el organismo de la mujer (estrógenos y progesteronas), cuya aplicación impide la ovulación y que espesan el moco cervical, para dificultar que el esperma llegue al óvulo.

Su eficacia para evitar embarazos es del 98% pero ninguno de ellos previene el contagio de ETS. Para ello, es imprescindible utilizar al mismo tiempo un método barrera.

En el caso de las hormonas es muy importante no saltarse una toma o un cambio de parche, por lo que es muy útil utilizar alarmas del móvil, apps recordatorio o el sistema que sea más efectivo para ti.

OJO: Si estás en la lactancia, debes consultar a tu médico antes de optar por estos métodos.

Te explicamos los más habituales:

a) Píldora:

Se toma diariamente, con descansos durante el periodo de la menstruación. Si se hace correctamente la protección es de un 99%. Si empiezas a tomar la píldora, utiliza otro método como el preservativo durante los primeros 7 días.

Hay diferentes tipos de píldora y debe ser tu ginecólogo el que te aconseje cuál es la más adecuada. La más habitual es la combinada (estrógeno y un progestágeno).

b) Parche:

El parche transdérmico  anticonceptivo libera constantemente hormonas (estrógeno y progestina) que pasan a través de la piel. Se coloca en el vientre, glúteos, espalda o brazos.

Se utiliza un parche durante tres semanas y se descansa la semana en que llegará la menstruación, antes de repetir el ciclo con otro nuevo. Es muy importante que el parche no se desprenda.

Tiene una fiabilidad de 95%.

c) Anillo vaginal (Nuvaring):

Es un pequeño anillo flexible que se coloca dentro de la vagina y libera hormonas que se absorben a través de la mucosa. Previene deNuvaring los embarazos en un 99% (siempre que se coloque bien) pero no protege de las ETS.

Se coloca y retira de forma sencilla y te recomendamos que escojas siempre un día de la semana, el domingo por ejemplo, para, a las tres semanas, retirarlo y dejar siete días de descanso. El siguiente domingo, te colocas uno nuevo.

Se recomienda esperar un mes y medio para usar el anillo vaginal tras el parto. Debes consultar a tu médico sobre cualquier anticonceptivo hormonal si estás dando el pecho y también si utilizas copa menstrual.

d) Implante anticonceptivo (Nexplanon):

Se trata de un implante de una varilla fina y pequeña bajo la piel del brazo que te realiza un médico y te protege del embarazo al ir liberando progestina, un progestágeno sintético. Entre sus ventajas es que te dura unos cuatro años y que puedes retirarlo en el momento en que quieras tener un bebé. Tiene una efectividad de un 99%.

El implante se coloca durmiéndote el brazo y no sentirás apenas dolor, tal vez unas leves molestias. Si sientes efectos secundarios (pueden producirse en los primeros meses) debes consultar con tu especialista.

e) Inyección anticonceptiva:

Se inyecta cada tres meses por parte de un profesional sanitario. La inyección contiene la progestina. Tiene una efectividad de un 99% en la prevención de embarazo.

Es fundamental que lleves un calendario con la fecha de la siguiente inyección. Si te la saltas más de 15 días debes utilizar otro método anticonceptivo durante 7 días desde el momento en que te la vuelven a pinchar.

Puede tener efectos secundarios como la disminución de masa ósea, migrañas con aura o depresión que debes consultar con tu especialista.

4. Dispositivos intrauterinos

Aunque entraría dentro de los métodos hormonales, el DIU merece un apartado aparte por ser uno de los más eficaces. Es un dispositivo intrauterino de cobre  que contiene una capsula con 52 mg de la hormona Levonorgestrel (progestina sintética de segunda generación), que se va liberando  en el útero, en pequeñas cantidades, por un periodo de 5 años.

También existe el LCS-16, es un pequeño dispositivo en forma de T.

Previene el embarazo, al dañar o matar a los espermatozoides y evitar así su entrada en el útero. Puede llevarse en periodo de lactancia, se puede insertar a las cuatro semanas del parto y después de un aborto.

La colocación es algo molesta y se pueden tener dolor, mareos o calambres, pero suelen durar poco tiempo. Es un método 99.99% fiable.

5. Métodos irreversibles

a) Ligadura de trompas:

Mediante cirugía, se cierran las trompas de Falopio que conectan los ovarios con el útero. Al estar cerradas, se impide la fecundación.

Actualmente se realiza con laparoscopia, con anestesia epidural y casi siempre el mismo día te dan el alta, aunque puedes tener molestias. Es permanente y no suele tener efectos secundarios.

Su fiabilidad es del 99% pero, al igual que la vasectomía, no evita las ETS.

b) Vasectomía:

Todos los métodos que hemos comentado hasta el momento, con excepción del condón, eran femeninos. De entre los masculinos destacamos la vasectomía, que consiste en impedir el paso de espermatozoides a través de los conductos deferentes. Puede ser realizada "sin bisturí" (técnica de Li) o "con bisturí" (técnica tradicional) ya sea por medio de una punción o una incisión. Los métodos sin corte reducen el riesgo de infección y otras complicaciones, y en general tardan menos tiempo en cicatrizar.

Una vasectomía es una cirugía sencilla que realiza un médico en un consultorio, un hospital o una clínica. Los pequeños conductos en el escroto que transportan el esperma se cortan o bloquean, por lo que éste no puede salir y provocar un embarazo. El procedimiento es muy rápido y se puede regresar a casa ese mismo día. Además, tiene una altísima efectividad para evitar embarazos, casi del 100%.

Puedes someterte a una reversión de la vasectomía, pero eso no garantiza la fertilidad. Por eso es aconsejable tener muy clara la decisión antes de someterse a este tipo de anticoncepción.

6. Métodos anticonceptivos de emergencia:

Si un método anticonceptivo habitual ha fallado se puede recurrir a la llamada “píldora del día después”, que en cualquier caso debe ser un método de emergencia y no emplearse como habitual. Es importante aclarar que no son píldoras abortivas.

Su efectividad aumenta cuanto menor sea el tiempo transcurrido desde la eyaculación hasta la ingesta de la píldora. Debe tomarse en un plazo máximo de 72 horas, aunque su eficacia desciende a partir de las 48 horas. Existe alguna en el mercado que se puede tomar en un plazo máximo de 5 días, pero el riego es elevado a partir del segundo.

La ‘píldora del día después’ puede presentar efectos secundarios (cefalea, malestar estomacal, náuseas, nuevo ciclo menstrual, entre otros) y si se abusa de este medicamento posiblemente efectos secundarios perdurables. Siempre es mejor acudir al médico, centro de planificación, o la farmacia para  que nos asesoren.

Cada cuerpo y cada circunstancia son diferentes, por eso no todas las mujeres o parejas tenemos necesidad del mismo método anticonceptivo, que puede cambiar en diferentes etapas de nuestra vida.

Siempre debes consultar con tu médico y tu farmacéutico a la hora de elegirlo. ¡Pídenos consejo!

Equipo mtfarmàcia