Nuestra compañera María Olaya responde vuestras 10 dudas más frecuentes sobre los probióticos y su uso durante el embarazo, la primera infancia y en dolencias comunes como la candidiasis vaginal.
1. ¿Qué es un probiótico?
Los probióticos son microorganismos, bacterias o levaduras vivas que, cuando se ingieren en las cantidades adecuadas, aportan beneficios para la salud. Estos deben cumplir una serie de requisitos:
- No ser patogénicos, es decir no originar ningún mal a nuestro organismo.
- No tener resistencia a los antibióticos.
- Ser resistentes al ph ácido (en el estómago), las enzimas digestivas y la bilis.
- Llegar a su destino, el intestino, inalterados y en la dosis (o Unidades Formadoras de Colonias, UFC) adecuada.
- Aportar beneficios para la salud del consumidor, entre ellos:
-Inmunomodulación: mejor defensa ante infecciones y menos síntomas alérgicos.
-Mejora en las digestiones
-Acción antiinflamatoria.
2. ¿Cuáles son los principales alimentos probióticos?
Los principales alimentos probióticos son lácteos fermentados como el yogur y el kéfir. Aportan bacterias beneficiosas para nuestra salud pero a bajas dosis. Por definición, según las autoridades en la materia como la Organización Mundial de Gastrología (WGO, en sus siglas en inglés) no se consideran probióticos estrictamente pues la cantidad de bacterias beneficiosas es escasa y apenas resisten el paso del sistema digestivo. Por tanto un alimento probiótico no puede nunca sustituir a un complemento alimenticio probiótico, como los de venta en farmacia.
3.¿Cuándo necesitamos tomarlos en perlas o comprimidos?
Hay varias presentaciones en el mercado: sobres, cápsulas, perlas, bifases…la forma galénica óptima para los probióticos son las cápsulas o perlas gastrorresistentes, con una microencapsulación previa. De esta forma se garantiza que se libere directamente en el intestino de forma inalterada y en la concentración indicada en el envase. Para bebés y lactantes existen otras formas galénicas (presentaciones), aptas para su edad como sobres o gotas, que se pueden disolver en el biberón.
4. ¿Todos los probióticos sirven para todo tipo de problemas?
No. Hoy día conocemos miles de cepas bacterianas beneficiosas para la salud, aunque no todas se consideran probióticos.
5. ¿Cuáles son las cepas más comunes?
Las tipo GRAS (en inglés, Generally Regarded As Safe) como los Lactobacillus o los Bifidobacterium. Pueden ayudar a modular enfermedades autoinmunes, intoxicaciones, intolerancias alimentarias o alergias e incluso problemas del sistema nervioso. Es un campo de la investigación que sigue creciendo y evoluciona día a día.
6. ¿Pueden tomarlos las embarazadas?
Sí. Un requisito imprescindible para su uso durante el embarazo o lactancia es que la cepa o cepas probióticas sean tipo GRAS, es decir, probióticos seguros para el consumo humano. También es importante que la cepa esté descrita completamente, es decir, que en el producto probiótico aparezca definida según familia, género y cepa. Por ejemplo, Lactobacillus acidophilus LA-5. De esta forma sabremos que el probiótico está registrado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que tiene todos los estudios requeridos y es seguro para su consumo humano.
7. ¿Qué es la hipermeabilidad intestinal?
Decimos que existe hipermeabilidad intestinal (HPI) cuando las uniones que existen entre los enterocitos, células del intestino, son más anchas de lo normal y permiten el paso de sustancias de elevado tamaño, sustancias que no deberían pasar al torrente sanguíneo y lo hacen como tóxicos, alimentos no digeridos, microorganismos que puedan resultar patogénicos…
La HPI suele ir acompañada de síntomas digestivos como descomposición o estreñimiento, gases, distensión abdominal, y complicaciones digestivas como la inflamación del colon o el intestino delgado así como digestiones pesadas y complicaciones extradigestivas como enfermedades autoinmunes, alergias, intolerancias alimentarias, cambios de humor, entre otras.
8. ¿Por qué es habitual recomendar probióticos a bebés y niños?
Hasta los 4 años de edad, aproximadamente, la flora intestinal de un niño no está del todo formada. Esto los hace vulnerables a infecciones, alergias respiratorias, dérmicas o alimenticias, entre otros desajustes del sistema de defensa, endocrino o del SNC. Cuando tratamos con antibióticos, antiinflamatorios o corticoides a un bebé o lactante es recomendable darle probióticos pues estos fármacos dañan parte de su flora, que se está formando, y les expone a una bajada de defensas, diarreas, cólicos, malestar en general o infecciones de hongos.
Así pues, cuando el bebé esté medicado es recomendable reforzar su microflora con un aporte puntual de probióticos aptos para su edad.
9. ¿Cuáles son los probióticos más frecuentes en niños y para qué son?
Desde el nacimiento hasta los 2 años de edad son habituales los preparados líquidos como Reuteri y Bivos, entre otros. Estos aportan tan solo una cepa bacteriana que está indicada en diarreas por uso de medicamentos y cólicos.
A partir de los 4 años de edad, la flora del niño ya está formada y es la que le acompañará el resto de su vida, con variaciones según alimentación y patologías. Aunque no requieren dosis de adultos sí pueden usar prácticamente cualquier cepa probiótica como los adultos. Siempre atendiendo a las necesidades individuales de cada paciente.
Desde el primer día las especies bacterianas presentes en el niño, son las que le aporta la madre en el parto y más tarde en la lactancia, Lactobacilus y Bifidobacterium, bacterias acidolácticas .
10. ¿Por qué se aconsejan con tanta frecuencia para la flora vaginal?
La microflora vaginal nos protege de agresiones externas al crear una película ácida protectora en nuestra mucosa. El estrés, las hormonas y el uso de medicamentos como el antibiótico hacen que esta flora bacteriana muera en parte, exponiendo la zona vaginal a agresiones e infecciones como la candidiasis vaginal. Para evitar estas complicaciones es recomendable hacer una buena prevención con probióticos específicos para la mujer vía oral. También conocemos probióticos como Lactobacilus helveticus LAFTI-10 que combaten directamente la infección por cándida y alivian las molestias ocasionadas por ésta, como la irritación y la inflamación. Hoy en día existen en el mercado productos probióticos vía oral y vía vaginal (cápsulas y tampones), de elección según la necesidad de cada paciente.
Puedes solicitar consejo personalizado con María Olaya u otro de los farmacéuticos de nuestra farmacia para asesorarte personalmente sobre los probióticos. Y estamos a tu disposición todos los días, de 9 a 22 horas, para aclarar cualquier duda que tengas.
Equipo mtfarmàcia