La vuelta al colegio supone para los niños el reencuentro con sus amigos, el cambio de clase, la nueva profesora y una mochila llena de libros, cuadernos, carpetas, lápices de colores, etc… que, al igual que otros hábitos incorrectos, pueden generar problemas de espalda, muy comunes en la edad escolar y la adolescencia.

Entre los factores que se han asociado a un mayor riesgo de padecer estos dolores entre nuestros jóvenes se encuentra el exceso de carga, causado mayoritariamente por el material escolar. Las mochilas escolares son beneficiosas si se usan bien y están correctamente estructuradas y revisadas diariamente por los padres. El peso no debería sobrepasar el 10% del peso del niño, se debe situar en la zona lumbar o entre las caderas (y no en los omoplatos), y debe poder graduarse según la talla del niño. Se aconseja más el uso de la mochila que del carrito, ya que la fuerza del niño con el carrito no es uniforme, cargando normalmente más de un lado que de otro.

Sedentarismo y mobiliario

El sedentarismo también favorece la aparición de dolencia de espalda, ya que  dificulta el desarrollo óseo normal de la columna vertebral, lo que conlleva a una pérdida de la resistencia muscular y la hace más vulnerable al exceso de carga.

Otro factor de riesgo es el mobiliario escolar inadecuado, muchas veces no adaptado a sus necesidades, por ejemplo por la falta de reposapies o la rigidez de la silla. Este hecho puede creae hábitos posturales incorrectos.Hay que cumplir algunas normas de postura como sentarse lo más atrás posible en la silla, con la espalda recta y los codos apoyados, así como tener los pies firmes en el suelo. Debe evitar estar sentado todo el día, mantener siempre una postura cómoda e intentar levantarse cada 45-60 minutos. También en casa, debemos vigilar que el lugar en el que realizan los deberes sea el adecuado y lo más ergonómico posible al igual que el colchón en el que duermen, que debe ser duro. 

Volviendo a los deberes, es importante que los hagan en su cuarto, sentados y concentrados, y no en el sofá del salón u otras zonas de distracción.

Fortalecer la musculatura

Para resolver o evitar el dolor de espalda debemos acostumbrar al niño a hacer deporte y ejercicio para fortalecer la musculatura. La media recomendada es de unas 4-5 horas a la semana. Lo mejor es hacerlo en familia o amigos, para que lo asimile como una forma de vida y siempre dándoles opciones variadas a niños y niñas por igual. Pero también puede haber contracturas o dolores debidos al exceso de deporte o si éste es muy violento, para lo cual pueden adoptar equipaciones o refuerzos especiales. El calor local o masajes terapeuticos en la columna vertebral pueden ayudarle a superar el malestar.

Que tu hijo haga ejercicio regularmente, no solamente beneficiara su espalda sino todo su estado general. Crecerá más fuerte y más sano: deportes como la natación mejoran su estado de salud y ayudarán a prevenir problemas comunes como la escoliosis, una desviación lateral de la columna vertebral.

Si el dolor de espalda viene acompañado de fiebre, mareos o debilidad, si se produce en una zona muy concreta de la columna o dura más de una semana es conveniente ir al médico o pediatra por si se trata de otra enfermedad o una lesión.

Equipo mtfarmacia