Durante el embarazo el cuerpo de la mujer vive grandes transformaciones tanto a nivel hormonal como físico. La piel, además de estirarse principalmente en la zona abdominal, puede presentar alteraciones en el rostro como sequedad, exceso de sebo, acné o manchas.

Muchos de estos síntomas son inevitables ya que están provocados por los cambios hormonales, sin embargo, algunos sí podemos controlarlos y prevenirlos con el tratamiento tópico adecuado.

Estos son algunos de los principales cambios que pueden ver las embarazadas en su piel:

Acné en el embarazo

Hay mujeres que no han sufrido problemas de acné, pero durante la gestación sufren brotes, especialmente en el rostro. En estos casos, lo primordial es mantener la piel limpia pero con productos que no la resequen en exceso. Es recomendable hacer una doble limpieza por la noche si se utiliza maquillaje. Por la mañana bastará con utilizar una espuma o producto suave, con el fin de eliminar el exceso de sebo que se haya podido acumular durante el sueño.
Para secar los granitos podemos optar por productos que contengan zinc o extracto de árbol de té, además ayudarán a mantener la zona libre de bacterias. El uso de mascarillas a base de  arcillas y exfoliantes suaves una o dos veces por semana ayudarán a controlar el sebo de la zona.
Mientras que tengas acné procura utilizar productos no comedogénicos, es decir, que no obstruyan los poros y que sean libre de aceites (Oil free).

Manchas en el embarazo

Las manchas durante la gestación son frecuentes y su origen se encuentra en los cambios  hormonales. Tienden a ser de color café y pueden aparecer en zonas del rostro como la frente, mejillas o bigote. En el cuerpo, las areolas mamarias o la línea central del abdomen (línea alba) pueden verse hiperpigmentadas.
Aunque las manchas suelen desaparecer tras el parto, muchas de ellas pueden ser más resistentes, por lo que es mejor evitar exponerse a factores que puedan intensificarlas. 
En el día a día utiliza protección solar con un factor alto, en especial en el rostro que es la zona más expuesta a los rayos del sol. Mejor si es mineral, aunque estos suelen tener dejar un rastro más blanquecino al aplicarlos. También puedes optar por laboratorios que disponen de factores de protección específicos para embarazadas y que cuentan con otras texturas.
Evita tomar el sol en las horas centrales del día y por períodos de tiempo muy largos, en especial en los meses de verano. Si vas a la playa o piscina, procura usar un factor de protección alto, reaplicarlo con frecuencia, proteger el rostro de los rayos directos y estar bajo la sombrilla.

Estrías

Es de los signos más comunes que suelen quedar en el cuerpo después del embarazo. Las estrías son cicatrices que se generan por una ruptura en la capa más superficial de la piel y pueden ser blancas o rojas. Aunque puede existir una predisposición genética para las estrías, la hidratación es fundamental para evitarlas.
Recomendamos utilizar cremas específicas para estrías ya que contienen ingredientes que ayudarán a nutrir e hidratar tu piel en profundidad, aumentando las posibilidades que desaparezcan las que se instalen de forma temprana. 
Las cremas deben ser aplicadas a diario, incluso varias veces al día, desde los primeros meses del embarazo; en todo el cuerpo incidiendo en la zona del abdomen, caderas, muslos y pechos.
Puedes consultar más sobre cómo eliminarlas en este post anterior.

Picores o rojeces

Además de las hormonas, el estiramiento de la piel puede provocar que sientas picores o tengas zonas enrojecidas y sensibles. También suelen aparecer como consecuencia de largas duchas de agua caliente para relajar la zona de la espalda en los últimos meses de gestación. 
Para calmar tu piel puedes hacer un suave masaje con aceites nutritivos, como los de almendra, rosa mosqueta o coco. Si los picores son muy intensos puedes aplicar un poco de crema mentolada o de efecto frío.

Si tienes alguna duda o quieres que te aconsejemos en persona, puedes visitarnos en la farmacia de 9 a 22 horas cada día.

Equipo MT Farmacia