La Navidad es hermosa y llena de buen ambiente, regalos, cenas con amigos y familia,… Pero esa es tan solo una cara, la más amable, de unas fiestas que no todo el mundo puede vivir igual.

Por diferentes motivos, la Navidad puede ser difícil para algunas personas, sobre todo si se atraviesa por un mal momento (un divorcio, la pérdida de un trabajo, un desahucio,…), si alguien a quién quieres está enfermo u hospitalizado o si has perdido a un familiar recientemente. Y se hace cuesta arriba vivir un duelo, algo tan necesario, cuando todo a tu alrededor ‘te obliga’ a estar alegre y para ti, simplemente, es imposible.

Yo he perdido a mi padre este año y me entristece incluso ver un Panettone, que tanto le gustaba, en una pastelería. Los pequeños detalles se hacen enormes y las ausencias son como un abismo en fechas como éstas. Todos en algún momento lo hemos vivido o lo experimentaremos y debemos afrontar lo que supone una pérdida y saber que pasar la primera Navidad siendo uno menos en la mesa es uno de los momentos más duros.

Hay varias recomendaciones de psicólogos y terapeutas para estos momentos, no sólo en casos de muerte también de pérdidas o separaciones de otro tipo, y algunas son muy interesantes:

1. No eludas la tristeza: No se trata de estar amargado, aislarse o llegar a estar deprimido clínicamente (en este caso, no hay duda, se debe pedir consejo médico), pero ignorar que estás triste, esconder el dolor de la pérdida es peor. El duelo es un proceso por el que se debe pasar y se manifiesta de manera muy diferente según cada persona. Deja que suceda.
    
2. Comparte lo que te ocurre: Será más fácil que la gente entienda tu estado de ánimo y también lo respete. Es normal que quieras pasar unas Navidades de perfil bajo y tu pareja y amigos próximos deben apoyarte. Si vas a quedarte en el hospital, compártela con otros familiares en la misma situación. Es muy importante crear vínculo con personas que experimentan lo que tú estás viviendo. Podéis crear red y apoyaros.
    
3. Disfruta el día a día: La vida se compone de pequeños retazos de felicidad, no dejes de aprovecharlos. Aunque no estés en tu mejor momento trata de contagiarte de la energía de otras personas y disfruta, aunque sea como observadora. Como se suele decir, la procesión va por dentro. Seguro que hay momentos divertidos y felices en las fiestas que te provocan una sonrisa.
    
4. Medita: Con la meditación se consigue alcanzar un equilibrio y una conexión interior pero sin ausentarse ni ignorar la realidad. Te permite alejarte del estrés y los conflictos emocionales y vivir el presente, el aquí y ahora. Cada día, cada minuto… es lo que importa, sin proyectarse en el pasado ni en el futuro. Puedes aprender a meditar y aplicar estos conocimientos a diario para enfocar los momentos difíciles.
    
5. Haz piña con la familia: Todos pasáis por lo mismo, habéis perdido a uno de los vuestros. Estáis más unidos que nunca por un sentimiento profundo. Debéis escucharos, entenderos, ser flexibles y, si os lo podéis permitir, alejaros de casa para vivir unas Navidades diferentes. Un viaje es una buena forma de romper con la rutina y esta nueva situación una oportunidad de conoceros mejor.
    
6. Descansa bien, aliméntate bien, cuídate más que nunca: Recuerda que debes dormir (si no lo haces, la melatonina, la pasiflora o la valeriana pueden  ayudarte, ¡pregúntanos!) y evitar el alcohol o cualquier sustancia que pueda acentuar tu estado anímico. Y aliméntate correctamente.

Te ayudamos en la farmacia

Tanto la aromaterapia como las Flores de Bach pueden ayudarte a sentirte mejor. En el campo de las esencias, la rosa de Damasco tiene propiedades antidepresivas e incluso se utiliza en hospitales que trabajan muy bien los cuidados paliativos. También la lavanda o el laurel, con diferentes efectos, pueden influir positivamente en tu ánimo.

En la farmacia podemos ayudarte y aconsejarte el mejor remedio. Recuerda que las plantas naturales no son inocuas y pueden actuar con otros medicamentos. Debes pedirnos información y no automedicarte.  Algunos complementos alimenticios como Vectiseren de Nutergia, a base de rodiola, L-triptófano y Vitaminas B, ayudan al organismo a adaptarse al stress emocional pasajero. También Ansitres, de SalubellSynergy, permiten estar relajado y más abiertos a la posibilidad de disfrutar o al menos no pasarlo mal en estas fechas. 

En estos tiempos en los que sufrir no está de moda, y todo el mundo parece querer compartir por las redes sociales la versión más perfecta de sus vidas, se espera que la fortaleza sea la respuesta del ser humano ante cualquier desafío. Se rehúye la tristeza,  la debilidad, los malos momentos que, en realidad, nos completan como personas, nos permiten desarrollar la empatía, entender la verdadera naturaleza. No siempre tenemos que ser héroes o heroínas.

Nada es definitivo y seguro que, si estás leyendo ésto porque estás en una situación parecida a la mía y la de tantas personas, disfrutarás de maravillosas Navidades en el futuro. No olvides que la felicidad es un concepto relativo que muchas veces depende de nuestras expectativas. Seguramente tú puedas hacer mucho para que estas Navidades sean mejores para otros y darle la vuelta a las circunstancias llenándolas de vida y amor. Los hospitales infantiles o los comedores sociales necesitan voluntariado en estas fechas. Y de muchas situaciones complicadas uno sale más sabio, fuerte y reforzado.

¡Felices Fiestas!

Montse Barba, equipo mtfarmàcia