¿Cambia nuestra libido con la menopausia?

Las hormonas sexuales son las que regulan nuestra vida sexual. Según los hombres, las mujeres somos impredecibles sexualmente: a veces nos encanta, otras no queremos ni oír hablar del tema, en fin que nunca saben exactamente a qué atenerse. Claro, es que para nosotras según el momento del ciclo menstrual en que nos encontremos los niveles de estrógenos, progesterona y testosterona van variando produciendo una mayor o menor búsqueda de sexo según el momento.

Existen, no obstante, numerosos factores como la biología, la salud física y mental, la calidad de la relación, la cultura, la educación, y las normas sociales y prohibiciones del grupo social (lo que cada uno se permite hacer en el sexo) que juegan un papel fundamental en la vida sexual.

Las mujeres disfrutamos de plenitud sexual desde los 18 a los 45 años de media, la edad de la menopausia en Europa se produce alrededor de los 51 años y a partir de los 45 ya se notan los primeros cambios más o menos molestos relacionados con la menopausia.

En estas edades las mujeres experimentamos un cambio brusco e irregular de la función hormonal, los cambios ya no son cíclicos y esto hace que el deseo sexual oscile mucho más drásticamente.

Es cierto que, aunque todas las mujeres tienen la menopausia, no todas sufren los cambios de la misma forma, ni con la misma intensidad. Las hay que tienen más insomnio, otras sienten mayores sofocos, y a algunas los cambios les pasan casi desapercibidos. Pero, en general, los cambios hormonales desembocan en alteraciones de humor, sequedad vaginal que con frecuencia lleva a la dispareunia (dolor en las relaciones sexuales), y también psicológicamente, al mirarnos al espejo, no nos vemos tan bien y, en general, nos sentimos más cansadas. El resultado de todo ello es un menor interés en las relaciones sexuales.

En las mujeres que tienen una relación estable y feliz, esto suele preocupar ya que puede producir incomunicación y distanciamiento y se instala una cierta desgana en la pareja que no sabe cómo resolver.

Es bueno que sepáis que existen soluciones para todos estos problemas más o menos efectivos según las personas. Lo primero que os recomendaría es hablar con la pareja, para que sepa que estáis entrando en la menopausia y que no tenéis ningún problema sino que es un proceso natural al que os vais a tener que adaptar ambos.

Por otro lado, que os hagáis una revisión ginecológica anual. Os ayudará a comprender los cambios que estáis sufriendo y a descartar cualquier otra patología que podría haberse confundido con los cambios naturales de vuestro cuerpo.

Existen soluciones a los diferentes problemas que os puedan surgir. Los casos agudos se pueden tratar con terapia hormonal sustitutiva, siempre bajo supervisión médica. Otros, como por ejemplo la sequedad vaginal que puede producir dispareunia (como ya he dicho dolor en la relaciones sexuales), se tratan con lubricantes vaginales o, si es un problema más importante, con hormonas a nivel local vaginal.

Conseguir una buena comunicación

Hay veces en que se puede producir incomprensión de la pareja, o ya existían problemas sexuales o de otra índole antes de esta etapa que ahora se agudizan. O simplemente a veces se entra en una rutina y aburrimiento. En todos estos casos es recomendable hablar con un terapeuta sexual.

Actualmente la mujer a los 50 años lleva una vida laboral y social intensa, sabe disfrutar de la vida con la experiencia adquirida por los años. En la mayoría de casos la menopausia llega cuando la mujer ya no tiene tanta carga con los hijos y se puede sentir más relajada y pendiente de su pareja. Yo os recomiendo que aprovechéis esta época en la que todavía os sentís jóvenes para hacer un montón de cosas, entre ellas explorar esta nueva sexualidad que puede ser muy gratificante para vosotras y vuestras parejas.

Si tenéis cualquier consulta o duda acerca de la sexualidad durante la menopausia, no dudéis en hacérnosla llegar. En la farmacia podemos ayudarte.

Mercè Tortras, Farmacéutica Titular de mtfarmàcia