Hay 3 grandes remedios homeopáticos para aliviar la mastitis. Recuerda que no debes tomarlos por tu cuenta ya que siempre debe aconsejártelos un especialista:
1. Belladonna: indicado si tienes un dolor pulsátil, calor y edema rojo en la mama. No toleras ni el más mínimo roce en la zona afectada, te sientes muy acalorada y sin sensación de sed. Belladonna actúa en estos casos como un antiinflamatorio, baja la fiebre y, por tanto, alivia el malestar general.
2. Bryonia alba: indicado cuando te sientes acalorada y febril pero, a diferencia del anterior caso, estás sedienta. Empeoras con el movimiento y mejoras con la presión. Sientes dolores punzantes en las mamas, que están calientes, hinchadas y duras.
3. Phytolacca decandra: indicado para la mastitis cuando está causada por un flujo excesivo de leche. Los pezones se encuentran tan sensibles que la succión del bebé produce un dolor que suele irradiarse a todo tu cuerpo. La piel de los pezones se abre y provoca sensación de quemazón.
Remedios para tratar las grietas de pezón
1. Acidum nitricum: está indicado para las lesiones de la piel y de las mucosas, en caso de grietas profundas y con un dolor con sensación de astilla.
2. Graphites: si tienes secreciones y se forman costras que, al eliminarse con la succión, reaparecen rápidamente, este remedio puede ayudarte porque favorece la cicatrización.
3. Caléndula: efectivo si tienes los pezones agrietados o excoriados y sientes hambre tras dar de mamar. Actúa como antiséptico evitando la supuración y acelera la cicatrización.
4. Castor equi: es el principal remedio de las grietas y úlceras en caso de pezones doloridos.
Remedios para tratar el absceso mamario:
1. Arsenicum album: indicado cuando la piel que cubre el absceso se pone de color azulado. La zona afectada arde pero mejora con calor.
2. Calcarea sulphurica: indicado cuando el absceso se abre y tarda en cicatrizar, con pus amarillento, espeso o grumoso.
3. Hepar sulphur: indicado cuando el absceso está a punto o ya está formado. El pus a veces está mezclado con sangre y tiene olor rancio. Este remedio actúa mejor cuando tiendes a la hipersensibilidad al dolor, al tacto y al aire frío.
4. Lac caninum: mamas rojizas, hinchadas, calientes, muy sensibles al movimiento o al tacto. A veces hay dolor con la simple inspiración.
5. Lachesis: este remedio se da cuando el absceso supura, la piel está azulada o púrpura, y hay una notable hipersensibilidad al tacto. No toleras ni el más mínimo roce pues este tipo de absceso es muy doloroso.
6. Mercurius solubilis: abscesos que tardan en supurar. Las potencias bajas aceleran la supuración, las potencias altas drenan el pus. Se aconseja si tienes sudores abundantes durante el día y empeoras de noche y por el calor.
7. Myristica sebifera: llamado por algunos “el bisturí homeopático”, abre los abscesos y acelera la supuración.
8. Silicea: resuelve la excesiva supuración y las durezas que quedan después.
Otros tratamientos naturales para abordar la mastitis
1. Utilizar frío local en la mama: Como sabes el frío es vasoconstrictor y hace que se estrechen los conductos y que haya menos fluidos circulando (por eso se considera que es antiinflamatorio). Puede utilizarse hielo envuelto en una toalla, por ejemplo, y debe aplicarse en el pecho, evitando la aureola y el pezón, es decir, aplicándolo en la zona axilar y torácica superior e inferior. Si se aplica en la aureola puede comprometerse tanto la salida de la leche como la irrigación sanguínea del pezón.
2. El uso de probióticos para la lactancia, como el producto Lactanza®, es cada vez más común entre los sanitarios para abordar los primeros síntomas de la mastitis. Con estos probióticos consigues reequilibrar la flora de la mama desplazando así al agente infeccioso causante de la mastitis y enriqueces la leche materna con defensas naturales para que el bebé tenga mejor sistema inmunitario. Son la principal alternativa al antibiótico convencional.
3. Las hojas de col, Brassica oleracea, aplicadas directamente sobre el pecho ayudan a desinflamar. Contienen sustancias taninas que absorben el exceso de calor y descongestionan. Para asegurar un buen contacto pueden romperse los nervios de la hoja pasando un rodillo por encima y situarlas entre la mama y el sujetador. Te recomiendo que les hagas un agujero para evitar el contacto con la aureola y el pezón y cambiarlas cada 20-30 minutos.
Recuerda que, para un correcto diagnóstico y tratamiento de la mastitis y el absceso mamario debes acudir a un especialista. Consúltanos tu caso en la farmacia y te recomendaremos lo mejor para ti.
Soy María Olaya y puedes encontrarme por las mañanas en mtfarmàcia.