Los 10 mitos más frecuentes sobre el sol y el bronceado

¿Cuántos de nuestros mitos sobre el sol y el bronceado son falsas? Muchos más de los que pensamos. No olvides que nuestra piel es la barrera que tiene nuestro cuerpo frente a multitud de agentes. Y para hacérselo más fácil deberíamos desechar varias creencias que llevan años ocultos en nuestra cultura del sol.

1. El bronceado es bonito y saludable

El bronceado es una consecuencia del estímulo de los melanocitos por la radiación ultravioleta, es decir, es una defensa ante esta radiación por lo que no es posible tener un bronceado bonito sin sufrir una agresión. Es verdad que necesitamos el sol para sintetizar la vitamina D (en concreto los rayos UVB), pero hay que tener en cuenta que sólo hace falta exponer al sol unos 15 minutos ya que si tu piel enrojece, el riesgo de cáncer es mayor.

Un estudio de Grupo de Investigación en Radiación Solar de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) indica que en los meses entre abril y julio, con un 25% de nuestro cuerpo expuesto, bastarían 10 minutos al sol para sintetizar la vitamina D (el estudio se hizo respecto a una piel tipo III, si es más clara u oscura es inferior o superior). Recuerda que los lácteos, los huevos o el pescado azul son buenas fuentes de este nutriente, que además encuentras en suplementos alimentarios.
Disfrutemos por tanto de la playa y del verano, pero siempre protegiéndonos adecuadamente.

2. Si uso una protección alta no me voy a poner morena

Ésta es una de las preocupaciones más extendida entre los jóvenes, y no sólo es falsa sino que si no usamos un SPF (Sun Protección Factor o Factor de Protección Solar) adecuado a nuestra piel estamos poniéndonos en riesgo.El SPF indica el tiempo que tardan los rayos UV en penetrar y enrojecer la piel.
Un ejemplo práctico sería: si tu piel tarda 10 minutos en enrojecerse exponiéndote al sol, con un protector SPF 30 tardaría 30 veces más, es decir, 5 horas. Y con un SPF 50 algo más de 8 horas. Eso suponiendo que se aplique en la cantidad adecuada, con la frecuencia de 2 horas y evitando las horas entre las 12:00 y las 16:00. Por eso siempre recomendamos utilizar un SPF alto, ya que es difícil aplicarlo correctamente y el tiempo en que nos protege se reduce considerablemente.

Resumiendo, un protector solar con SPF alto o muy alto evita las manchas y marcas en la piel, el envejecimiento prematuro y los distintos tipos de cáncer, los cuales son efectos de la sobreexposición solar sin protección. Puede que tardes más en broncearte, pero eso no significa que no vayas a cambiar de tono de piel. El moreno será más gradual y también más seguro.

3. Si no notas calor en la piel no te estás quemando

La mayoría de las quemaduras solares son producidas por las radiaciones UV las cuales no se pueden sentir. El calor que sientes en la piel cuando estás expuesto al sol, es un efecto térmico que produce en su mayoría otro tipo de radiaciones llamadas luz visible e infrarrojos. Por lo tanto, no tienes que sentir que la piel te arda para llegar a quemarte.

4. No te puedes quemar cuando está nublado

quemaduras solares


Muchas personas dejan a un lado su protección solar en días donde el sol queda escondido detrás de las nubes. Sin embargo, es en estos días donde suelen producirse la mayor parte de las quemaduras, ya que las nubes no frenan los rayos ultravioletas que pueden acabar lesionando nuestra piel. Aunque no veamos ni notemos el calor del sol, las radiaciones ultravioletas que pueden causar quemaduras están allí, pues hasta el 80% de la radiación solar UV puede penetrar a través de una nube ligera.

5. En el agua no te quemas

El agua proporciona una protección mínima contra la radiación UV y los reflejos del agua pueden aumentar la exposición. Hay que tener cuidado porque al estar en el agua a una temperatura inferior, no nos damos cuenta de que el sol nos está quemando, así que te recomendamos aplicar una crema protectora resistente al agua, y aun así renovarla al salir.

6. Puedo usar el fotoprotector del año pasado

Los productos solares no requieren condiciones especiales de conservación, pero una vez abiertos deben usarse en esa temporada, ya que pierden eficacia de un año a otro. Si no hemos abierto el producto la caducidad es la que figura en el envase, pero en todo producto cosmético deberíamos fijarnos no solo en la fecha de caducidad sino en el símbolo PAO (Period After Opening) que  nos indica el número de meses que podemos usar un producto desde el momento en que se abre.

Pasado este tiempo no es que el producto sea dañino, sino que pierde eficacia y estaríamos desprotegidos frente a las radiaciones solares. En la mayoría de los fotoprotectores este símbolo indica que se puede utilizar hasta 6 meses tras su apertura.

7. El aceite hace que te broncees más

Un aceite de SPF 30 protege más que una crema SPF 15. Solemos asociar el aceite a bronceado sin protección, pero cada vez hay más aceites bronceadores con alto índice SPF y lo curioso es que resultan más recomendables que algunas cremas solares, por la calidad del producto y el laboratorio. Debes saber que al ser un aceite no se llega a mezclar con la capa de la piel, no penetra, por lo que queda suspendido encima y se evapora antes, teniendo que renovarlo más frecuentemente.

En resumen, si usas un aceite con SPF alto éste te protegerá del sol al igual que lo hace la crema. Básicamente, la diferencia radica en la textura y ésta, en ningún caso, condiciona su efectividad.

Eso sí, en caso de usar un aceite sin protección, tipo coco o zanahoria, solo conseguirás quemar tu piel, ésta se terminará descamando por el daño producido y no conseguirás broncearla uniformemente.

8. Cuando estoy morena no necesito protección porque no me quemo

Aunque ya tengamos el tono deseado, no debemos dejar de aplicarnos una crema con factor de protección. De manera que aquello de 'como ya estoy morena no me hace falta protección' deja de cobrar sentido. De hecho la falta de protección puede ocasionar la aparición de alergias solares y otros problemas dermatológicos.

9. El sol cura el acné o la psoriasis

El sol no cura estas enfermedades, sino que puede, en algunos casos, mejorarlas. De todas formas, hay que tener especial cuidado con el acné, ya que además de ‘no curarse con el sol’ algunos tratamientos aumentan la captación de las radiaciones ultravioletas, así que tomar sol puede ser más dañino aún. ¡Consúltanos!

10. La protección 100 es 'pantalla total' y la que más protege

No compres menos de 30 ni te obsesiones con usar más de 50. "Si hablamos de prevención del cáncer de piel, el factor mínimo que debemos usar es 30. Por debajo el efecto protector es muy bajo y por encima de 50 estamos claramente protegidos", explica el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral.

En lo referente al factor máximo, debemos tener en cuenta que las cremas con factor superior a 50 no presentan apenas diferencias entre sí. "Hoy en día existe una directiva europea que dice que si los fotoprotectores tienen un índice mayor de 50 no deben promocionarlo. Deben poner 50+ porque la diferencia entre un 70 y un 100 es mínima. Es más publicitaria que otra cosa", añade el especialista.

Es más, en EEUU se desaconseja el uso de ese término por ser engañoso. "La única pantalla total que hay es una pared", asegura Sánchez Viera. El dermatólogo explica que ninguna crema va a hacer ese efecto, aunque hay algunas que reducen mucho la radiación: "Aun así con un 50 o un 100 puedes llegar a quemarte". "Siempre te entra una cantidad mínima de sol que va sumando, va sumando y si te pasas de tiempo al final te quemas", añade. Por eso, en caso de querer cuidar una cicatriz para que no te quede marca, es mejor cubrirla que confiar en la pantalla total.

"Un protector de SPF 30 bloquea el 96.7% de los rayos ultravioleta B y uno del 50 bloquea el 98%", apunta Alejandro Martín-Gorgojo, especialista de la Clínica Ruber de Juan Bravo, en Madrid, y académico de la Agencia Española de Dermatología y Veneralogía (AEDV).

No olvidéis consultarnos cuáles son los solares más adecuados para vosotros y vuestra familia. Cada vez hay opciones más interesantes, tanto para el rostro como para el cuerpo, en los laboratorios que nos merecen más confianza. ¡No dejes de protegerte!

Equipo mtfarmàcia